Castellano

por Nicolás Arellano y Mayra Juanatey

Índice

1. Las clases de palabra

2. El sustantivo 

2.1. El género y el número

2.2. El significado de los sustantivos

3. Los modificadores del sustantivo: Los adjetivos

4. Otros modificadores del sustantivo

5. El verbo y su conjugación

6. Los modificadores del verbo: Los adverbios

7. Los pronombres

7.1. Los pronombres personales

7.2. Los pronombres interrogativos, exclamativos y relativos

8. Las palabras en relación: preposiciones y conjunciones

8.1. Las preposiciones

8.2. Las conjunciones

1 Las clases de palabra

Las palabras pueden agruparse en clases según comparten ciertas características. En castellano, las clases de palabras son el sustantivo, el verbo, el adjetivo, el adverbio, la preposición, el pronombre y la conjunción

Las clases de palabras pueden ser abiertas o cerradas. En el primer caso, el repertorio de palabras puede ser expandido mediante nuevas creaciones que realizan las y los hablantes. En el segundo caso, el listado de palabras está ya definido y no puede ampliarse.

Las palabras también pueden ser variables e invariables. Si son variables, significa que sus terminaciones y formas pueden cambiar (familia > familias). En el caso de las invariables, esto no sucede; la palabra no cambia su forma en el uso. En el diccionario, las formas variables adoptan una única forma convencional, que será detallada en cada caso en las secciones siguientes. 

Los sustantivos designan entidades y cosas reales e imaginarias (por ejemplo, abeja, amor). Son variables y constituyen una clase abierta.

Los adjetivos expresan cualidades y características de las entidades (por ejemplo, rojo, reducido, municipal). Son variables y constituyen una clase abierta.

Los verbos expresan acciones, estados, situaciones o procesos (por ejemplo, correr, sentarse, pensar). Se trata de una clase abierta y variable. 

Los adverbios son palabras que caracterizan la manera, la causa, la cantidad, el lugar, la frecuencia, etc., en que se desarrolla la situación expresada en el verbo. Constituyen una clase relativamente cerrada e invariable de palabras. 

Los pronombres hacen referencia a entidades, pero sin nombrarlas directamente (por ejemplo, yo, quién, cómo, nos, lo). No tienen contenido propio, sino que su interpretación depende del contexto. Constituye una clase de palabras cerrada y generalmente invariable. 

Las preposiciones funcionan como enlaces entre palabras en la oración (por ejemplo, la casa de Pedro, voy para el almacén). Se trata de una clase cerrada y sus formas son invariables.

Las conjunciones, finalmente, permiten relacionar o conectar palabras, grupos de palabras u oraciones entre sí (por ejemplo, mi hermano y mi hermana, lo explicó el maestro pero no lo entendí). Es una clase de palabras cerrada y son invariables en forma.

A continuación, se desarrolla una sección o subsección para explorar las características de cada una de estas clases y su presentación en el diccionario.

2 El sustantivo

Los sustantivos son palabras que nombran o denominan las entidades y las cosas del mundo. En las oraciones los sustantivos aparecen en construcciones solos o con otros modificadores. En el siguiente ejemplo, todas las palabras resaltadas pertenecen al grupo de los sustantivos.

 

La discusión de Bruno con su familia despertó a los niños

Además de vincularse con entidades físicas (Bruno, niños), también aparecen objetos psíquicos (discusión) y palabras que hacen referencia a un grupo de personas (familia).

Los sustantivos pueden variar según el género y el número y pueden clasificarse según su significado. A continuación, vemos cómo lo hacen. 

2.1 El género y el número

El género es una categoría que permite clasificar a los sustantivos y establecer relaciones entre las palabras. Todos los sustantivos tienen un género que les corresponde. Pueden ser masculinos, que generalmente terminan en -o (grito, libro, encuentro), o femeninos, que suelen terminar en -a (familia, monjita, alegría). Existe un conjunto de sustantivos que terminan en otras consonantes que pueden ser por convención femeninos o masculinos. Generalmente terminan en -e (la sangre, el mate) y en algunas consonantes (la pared, el reloj, la cruz).

Algunos sustantivos que refieren a seres sexuados cambian su terminación para dar cuenta si el nombre referido es mujer o hembra (femenino) o es hombre o macho (masculino) (niña y niño, perra y perro). Por convención, en los diccionarios, las palabras que varían su género en las terminaciones aparecen registradas con género masculino, en general acompañadas de una a que señala la variabilidad en femenino (niño, a). En otros casos no hay variación en las terminaciones (la estudiante, el estudiante), o bien hay una única palabra para designar ambos sexos, siempre en el mismo género (la mosca, el zorzal), o bien existen dos palabras distintas para designar a cada sexo (hombre y mujer, toro y vaca).

En algunos casos se utiliza una terminación en -e para los sustantivos (le niñe, todes, les carpinteres) para referirse a personas que no se identifican con sexo femenino ni masculino y para hablar de conjuntos de personas que no están exclusivamente compuestos por personas del sexo masculino. Esta última opción no se encuentra contemplada en los diccionarios. 

Por otro lado, el número es una propiedad que permite indicar si un sustantivo refiere a una o más entidades simultáneamente. Los sustantivos pueden ser singulares (una sola unidad) o plurales (más de una unidad). En este último caso, se acompaña con la adición de -s a los sustantivos (estudiantes, espíritus, mamás). A veces, no se adiciona ningún elemento (el lunes, los lunes) y en otros se debe sumar -es (el talón > los talones, el sirirí > los siriríes). Esto sucede cuando la palabra termina en consonante o en vocales í o ú. Por convención, en los diccionarios las palabras se listan en singular

Género y número tienen alcance sobre todas las palabras asociadas al sustantivo. Por lo general, este proceso provoca cambios en las terminaciones de otras palabras cercanas. En el siguiente ejemplo: 

 

Todas estas telas verdes son muy caras

 

la construcción todas estas telas verdes cuenta con cuatro palabras que tienen el mismo género (femenino, a partir del uso de tela) y el mismo número (plural). Eso se observa por las terminaciones en -as (excepto en verdes, que no cuenta con una marca especial de femenino).

2.2 El significado de los sustantivos

Los sustantivos se clasifican debido al tipo de significado que presentan. La primera clasificación es entre sustantivos propios y comunes. Los primeros (como Bruno o Paraguay) indican un referente único en el mundo. Los comunes (como niño o casa) agrupan a los objetos del mundo por sus características en común. Por ejemplo, el sustantivo casa no designa una casa específica, sino a cualquier casa. Los nombres propios no aparecen en los diccionarios, salvo que sean personajes muy conocidos. Otras distinciones pueden hacerse entre contables (vaca, hacha) y no contables (arroz, sangre); entre colectivos (familia, policía) e individuales (vasija, toalla); y entre abstractos (felicidad, autorización) y concretos (estudiante, templo).

3 Los modificadores del sustantivo: Los adjetivos

Los adjetivos son modificadores de los sustantivos, es decir, palabras que permiten caracterizar a las entidades que designan los sustantivos: expresan propiedades y cualidades. En los ejemplos siguientes, los adjetivos, que están resaltados, modifican al sustantivo que acompañan (caliente para agua, sagrado para lugar y último para tren). 

 

Usó el agua caliente

Condujo hasta un lugar sagrado

Se tomó el último tren

 

Además, los adjetivos pueden clasificarse según su significado: calificativos, relacionales y adverbiales. Los calificativos manifiestan ciertas propiedades físicas, actitudinales y valoraciones acerca de los nombres que modifican y suelen tener valores opuestos o antónimos (frío/caliente, recto/torcido). Los relacionales (sagrado, familiar) vinculan el sustantivo con un determinado ámbito (en este caso ‘lo divino’ y ‘la familia’). Los adverbiales brindan información acerca del tiempo (reciente), lugar (último) o la manera (posible) en relación con el nombre que modifican.

Los adjetivos aparecen en los diccionarios en su forma invariable. Si cambian su forma en género, la forma singular masculina aparece primero, acompañada de una a que señala la variabilidad en femenino (pequeño, a).

 

4 Otros modificadores del sustantivo

Los sustantivos pueden aparecer precedidos por artículos, demostrativos y posesivos. Este tipo de palabras relacionan a la entidad designada por el sustantivo con el contexto y sirven para especificar el conocimiento que comparten las personas que participan de una situación comunicativa. En el ejemplo a continuación, el artículo la señala información ya conocida para las personas dentro de la situación comunicativa. Además, el posesivo tu indica a quién pertenece el perro y el demostrativo esa señala una mesa en particular presente en la situación.

Tu perro se robó la comida de esa mesa

Los artículos indican la referencia de un sustantivo en torno a si es información conocida o no. Los primeros son determinados (el líder) (el, la, los, las, lo) y en el segundo caso son indeterminados (un líder) (un, una, unos, unas). 

Los demostrativos señalan a las entidades según su proximidad o ubicación con respecto al hablante o al oyente de la situación comunicativa. Este y sus variantes esta, estos, estas y esto comunican cercanía con quien habla (esta llave). Ese y sus variantes esa, esos, esas y eso indican lejanía respecto de quien habla (esas hojas). La forma aquel y sus variantes aquella, aquellos, aquellas y aquello remiten a una posición de lejanía con respecto a hablante y oyente (aquellas urracas). En el diccionario aparecen anotados primero en su variante masculina y luego femenina (aquel, aquella). 

Los posesivos son palabras que expresan posesión o pertenencia. Varían según número y persona posesora (mi o mis indica primera persona poseedora; tu o tus, segunda persona). La variación en género solo sucede con la primera persona poseedora plural (nuestro, nuestra). 

Otras palabras, como los numerales, expresan un significado de cantidad (tres flores, mil pesos). Son invariables y en los diccionarios aparecen de esta forma. Los ordinales indican la posición en una serie o lista ordenada (primer hijo, segundo hermano). En los diccionarios aparecen anotados en su variante masculina y luego femenina (primero, a).

5 El verbo y su conjugación

Un verbo expresa una acción (como cocinar), un proceso (crecer) o un estado (medir). Como vemos en los siguientes ejemplos:

Ayer cocinamos guiso.

Tu perro creció mucho durante estos años.

La mesa mide un metro y medio de largo.

Si bien las formas anteriores (conjugadas) son las que solemos encontrar en la oralidad y en la escritura, los verbos en el diccionario aparecen, por convención, de una manera particular: en infinitivo. Por ejemplo, en un diccionario no vamos a encontrar la forma cocinamos sino cocinar, no va a figurar creció sino crecer, y lo mismo para mide, porque encontraremos medir. Estas formas terminadas en -ar, –er o –ir son llamadas formas no personales de infinitivo.

Así, sumando a la raíz del verbo (cocin-, crec- o med-) las terminaciones -ar, -er o -ir, se forman los infinitivos. Cada raíz tomará una terminación diferente. Por ejemplo, la terminación de infinitivo para las raíces cocin-, am- o camin- es ar, para crec-, tem-, com– será er y para med-, part-, sent– será ir.

Terminaciones de infinitivo

ar por ejemplo, cocinar, amar, caminar

-er por ejemplo, crecer, temer, comer

-ir por ejemplo, medir, partir, sentir

La mayoría de los infinitivos se parecen a las formas conjugadas de los verbos. Por ejemplo, cocitiene una raíz idéntica a cocinar. Sin embargo, en algunos casos el infinitivo puede no ser idéntico a una forma conjugada, por ejemplo el infinitivo de la forma duermo es dormir, o de mido es medir. En otros casos, el infinitivo es muy diferente a sus formas conjugadas, por ejemplo, el infinitivo de las formas yo soy, ella es, nosotros éramos es ser.

Aunque los verbos aparecen en los diccionarios expresados en infinitivo,  para ser el centro de las oraciones, es necesario que estén conjugados. De esta manera, pueden modificar su forma según la persona y el número de personas o participantes que ejecutan o llevan adelante el evento. Como vemos en estos ejemplos:

Ayer cocinamos guiso.

Ayer cociné guiso.

En el primer caso, la acción de cocinar es realizada por más de una primera persona, nosotros cocinamos, mientras que en la segunda, solamente la realiza una primera persona, yo cociné.

A su vez, la forma de los verbos varía según el tiempo en el que se desarrolla el evento, en relación con el tiempo presente. Por ejemplo, en los casos anteriores, ambas acciones suceden antes del tiempo presente, en cambio, en el ejemplo siguiente la acción transcurre en el futuro:

Mañana cocinaremos guiso.

Las formas verbales también expresan el aspecto gramatical, es decir, la información sobre la estructura temporal interna de la acción, proceso o estado, en particular, el señalamiento de los límites temporales inicial y final, de la situación designada por el verbo. Esto significa que puede indicarse si la situación tiene límites temporales claros, como una acción ya concluida, o si no los tiene, por ejemplo, una acción que se extendió en el tiempo. Esta sería la diferencia entre los dos ejemplos siguientes:

Ayer cociné guiso

Antes cocinaba guiso todas las semanas.

Finalmente, los verbos en castellano pueden variar su forma según se exprese el modo gramatical. El modo es la categoría a través de la cual el hablante puede expresar su actitud en relación con la situación que se expresa en el verbo, por ejemplo, puede expresar que se trata de una acción real que ha sucedido efectivamente (como puede verse en todos los ejemplos anteriores) o puede indicarse que se trata de una situación no real, por ejemplo, hipotética, deseada o esperada. En el ejemplo siguiente vemos el contraste entre estos dos modos. El primero se denomina modo indicativo y el segundo, modo subjuntivo

Modo indicativo: Ayer cociné guiso.

Modo subjuntivo: Me gustaría que cocines guiso. 

En algunos casos, la forma conjugada de un verbo puede estar compuesta por más de una palabra. Por ejemplo, para el verbo cocinar podemos encontrar habías cocinado, donde vemos dos palabras había + cocinado que conforman una única forma conjugada para expresar tiempo pasado. Lo mismo podría pasar con has cocinado, está cocinando, vas a cocinar, etc.

6 Los modificadores de los verbos: Los adverbios

A los verbos pueden agregarse palabras que califican o especifican el tiempo, la manera, la causa, la cantidad, el lugar, la frecuencia, etc. en que se desarrolla esa acción, proceso o estado. A las palabras que tienen por función este tipo de modificaciones se las denomina adverbios. De esta manera, en los ejemplos siguientes: 

Ayer cocinamos guiso.

Tu perro creció mucho.

Aquí relampaguea frecuentemente

El adverbio ayer especifica el tiempo en el que sucedió la acción. En cambio, mucho cuantifica el proceso de crecer. En el tercer ejemplo, encontramos un adverbio que señala lugar: aquí y otro que indica la frecuencia en la que sucede el evento: frecuentemente. 

Los adverbios tienen la propiedad de no cambiar su forma, es decir, se trata de un tipo de palabra invariable. Esto significa que vamos a encontrarlos en un diccionario de una única manera: ayer, mucho, aquí, frecuentemente, etc. Sin embargo, en algunos casos más de una palabra puede conformar una expresión de un adverbio, como por ejemplo, de repente, antes de ayer, tal vez, etc. A estas formas compuestas por más de una palabra se las denomina locuciones adverbiales.

7 Los pronombres

Los pronombres son palabras que designan individuos, lugares u objetos dentro de una situación comunicativa sin nombrarlos explícitamente. Funcionan sin otras palabras que los modifiquen directamente. Por ejemplo:

 

No la veo bien

 

En el ejemplo de arriba, el pronombre la puede hacer referencia a una entidad cualquiera cuyo nombre sea de género gramatical femenino, una mujer o una película u otro. La correcta identificación depende del contexto o las cosas que fueron dichas previamente. 

Existen distintos tipos de pronombres, entre ellos personales y también interrogativos, exclamativos y relativos, los cuales veremos a continuación.

 

7.1 Los pronombres personales

Los pronombres personales hacen referencia a las personas que participan o se mencionan en la comunicación. Tienen la particularidad de referir a distintas personas o entidades según quién habla, cuándo y dónde. Por ejemplo:

 

Eva dijo: “Yo estudio castellano hace años”

Martín comentó a su madre: “Vos invitaste a la gente a la fiesta”

 

En las oraciones de arriba, el enunciado entre comillas (“ ”) es una transcripción de lo que Eva y Martín dijeron respectivamente en una situación determinada. El yo hace referencia a la primera persona, es decir, quien habla o escribe. En el ejemplo (2), se refiere a Eva. El vos referencia a una segunda persona, es decir, a quién está dirigido el enunciado. En el ejemplo (3), equivale a la madre de Martín. Podría haber una tercera persona, es decir, acerca de quién se habla, que está ausente en el momento de la comunicación. Estos pronombres personales, denominados nominativos o de sujeto, marcan número y en algunos casos, género.

Los pronombres reflexivos indican que la acción del verbo recae sobre la misma persona que la lleva adelante. Por ejemplo:

 

Él se peina rápido.

Nosotros nos ponemos los sombreros.

 

En los ejemplos de arriba, el pronombre se refiere a él y el pronombre nos, a nosotros. En los pronombres de objeto, por otro lado, la acción recae sobre otra persona o cosa:

 

Él las peina rápido.

Nosotros te ponemos el sombrero.

 

En estos casos, el pronombre las refiere a una persona distinta de él, por ejemplo, a las hijas, y lo mismo sucede entre te y nosotros

Los pronombres tanto reflexivos como de objeto pueden también aparecer unidos a un gerundio o un infinitivo (él está peinándolas rápido, nosotros queremos ponerte un sombrero). Los pronombres personales aparecen en el diccionario en sus formas de sujeto.

 

Pronombres

Formas de sujeto: yo, vos, él, ella, usted, nosotros, nosotras, ustedes, ellos, ellas

Formas reflexivas: me, te, se, nos

Formas de objeto: me, te, nos, lo, la, los, las, le, les

 

7.2 Los pronombres interrogativos, exclamativos y relativos

Los interrogativos son palabras que indican una pregunta, al señalar la búsqueda de una información en particular, como el lugar en el que sucedió algo (dónde), el tiempo (cuándo), el motivo (por qué) o la persona que llevó adelante la acción (quién o quiénes), entre otros. Los exclamativos, por otro lado, sirven para indicar sorpresa. Por ejemplo:

 

¿Qué traés en la bolsa de red?

¡Cómo pesa la botella!

 

El pronombre interrogativo qué del ejemplo (8) pregunta por un objeto en particular. En cambio, en (9) el pronombre exclamativo cómo sirve para comunicar una reacción, ante el peso excesivo de la botella en este caso. 

Los pronombres relativos, por último, se utilizan para recuperar un sustantivo previamente mencionado. En la oración la ciudad donde nací, el pronombre relativo donde realiza esta recuperación con el sustantivo ciudad

En la escritura correcta, interrogativos y exclamativos se diferencian de los relativos por el uso del acento gráfico (´) (dónde en oposición a donde). Si varían en género o número, estos pronombres aparecen en el diccionario en su forma singular y masculina.

8 Las palabras en relación: Preposiciones y conjunciones

Algunas palabras están especializadas en establecer conexiones entre palabras, frases u oraciones. Veamos los siguientes ejemplos. 

 

La casa de Mariela.

Árbol grande y frondoso.

Así, para establecer una relación entre dos sustantivos podríamos usar una preposición, como la preposición de que permite expresar que Mariela es la poseedora de la casa. Otro tipo de relación podría establecerse mediante una conjunción, como la conjunción y que permite, en el ejemplo (2), conectar dos adjetivos grande y frondoso. A continuación, se explican las preposiciones y las conjunciones por separado.

 

8.1 Las preposiciones

Según su función en la oración, algunos grupos de palabras con sustantivos o pronombres pueden estar introducidas por diferentes preposiciones. Se denominan “preposiciones” las siguientes palabras.

 

Preposiciones

a, ante, bajo, cabe, con, contra, de, desde, durante, en, entre, hacia, hasta, mediante, para, por, según, sin, sobre, tras, versus, vía

 

Las preposiciones son palabras invariables, es decir que vamos a encontrarlas de esta manera en el diccionario. Asimismo, se trata de una clase de palabras cerrada, es decir, que no es posible generar nuevas preposiciones gracias a la creatividad de las y los hablantes.

En las oraciones siguientes encontramos diferentes grupos de palabras introducidas con distintas preposiciones: 

 

Mariela escuchó el canto de los pájaros

Vos trajiste los libros desde tu casa

Nosotras venimos siempre a este lugar

 

Las preposiciones anteriores son de, desde y a. Cada una de ellas introduce un grupo de palabras con un sustantivo (los pájaros, tu casa y este lugar) que cumple una función diferente en relación con el resto de los elementos de la oración. Por ejemplo, la preposición de en de los pájaros, indica una relación de posesión entre canto y los pájaros. La preposición desde indica que tu casa es el origen desde el cual se desarrolla la acción de traer. Finalmente, la preposición a en a este lugar indica el destino de la acción de venir. 

En general, las preposiciones expresan significados más o menos fijos, aunque hay algunas que pueden, según el contexto, expresar diferentes relaciones entre las palabras. Veamos los siguientes ejemplos con la preposición a: 

 

Viajamos a la ciudad.

Busco a mi perro.

Nos vemos a la tarde.

Llegamos a caballo.

En la primera oración, la preposición introduce un destino de la acción. En la segunda oración, en cambio, introduce el elemento que es buscado, es decir, el objeto del verbo buscar. En la tercera oración, la preposición a introduce una expresión que indica el tiempo en el que se va a llevar adelante la situación y, finalmente, en la cuarta oración, permite expresar la manera en la que se desarrolló el evento «a caballo».

 

8.2 Las conjunciones

Las conjunciones o conectores son palabras o grupos de palabras invariables, es decir, que aparecen en el diccionario tal y como se expresan en la oralidad y en la escritura, de una única forma. Su función es relacionar o conectar palabras, grupos de palabras u oraciones entre sí. 

Existen dos tipos diferentes de conjunciones. Por un lado, están aquellas que establecen relaciones de enlace entre elementos similares, por ejemplo, entre dos sustantivos, dos adjetivos, dos oraciones, etc. Estas se denominan coordinantes, como en los ejemplos a continuación:

Conjunciones coordinantes

Trabaja día y noche.

El camino no es ni muy ancho ni muy angosto. 

Mariela compra caramelos y José elige galletitas.

Llovió mucho, tanto aquí como allá. 

Por otro lado, algunas conjunciones indican una dependencia de un elemento en otro, por ejemplo, una oración dentro de otra oración. Estas se denominan subordinantes, como en los ejemplos que siguen:

Conjunciones subordinantes

Te llamé porque quería hablarte. 

Aunque vive lejos, camina todos los días hasta aquí.

Supongo que va a llamar más tarde. 

A continuación, se listan las conjunciones coordinantes y subordinantes más habituales: 

Coordinantes

Subordinantes

y

 ni

o

pero

aunque

sino

tanto… como…

así… como…

que 

si

como 

porque

aunque 

si bien

ni bien

conque